La música seguirá teniendo su epicentro en las emociones y sentimientos "Humanos". De eso no tengo duda. Será una herramienta al alcance de cualquiera, para "asistirnos". Ejemplos: en la composición, proporcionando sugerencias melódicas o armónicas, o incluso, gracias a la creciente potencia de procesamiento, improvisando en tiempo real junto a los músicos. La IA seguirá jugando un papel fundamental en la personalización de la experiencia musical de los oyentes: los sistemas de recomendación seguirán mejorando, ofreciendo recomendaciones más precisas y adaptadas a los gustos individuales de cada usuario. La IA se utilizará cada vez más para analizar y comprender las emociones presentes en la música. Los algoritmos de aprendizaje automático pueden extraer caracterÃsticas emocionales de las pistas musicales, como la valencia (positiva o negativa) y la excitación, lo que puede ser útil en la clasificación de canciones según su estado de ánimo o en la creación de listas de reproducción personalizadas basadas en las preferencias emocionales de los usuarios. Un campo que creo es interesante son las nuevas formas de interacción musical: por ejemplo, veremos avances en tecnologÃas de control gestual o interfaces cerebro-ordenador que permitirán a los músicos expresarse y controlar la música de formas innovadoras. Además, seguirá facilitando más aún la integración de la música con otras disciplinas artÃsticas, como el arte visual y la danza, creando experiencias multimedia interactivas.